¿Ya no sabes qué hacer para que logre dormir? Seguramente tu bebé ya ha cumplido cuatro meses y no sabes cómo ayudarlo a conciliar el sueño, pues hasta poco antes de cumplirlos, él dormía cerca de dieciséis horas cada día, pero hoy le cuesta trabajo lograrlo y su falta de sueño también perjudica a los padres que conviven con él, puesto que la ausencia de sueño afecta directamente el estado de ánimo, así como a la concentración de ambos.

¡No te preocupes! A continuación, te presentamos algunos hábitos que te ayudarán a que tu bebé pueda dormir y tú puedas revitalizarte.

A todos nos enseñaron a dormir correctamente y es el momento que le muestres a tu bebé ya que ellos no distinguen entre el día y la noche, de tal modo que poco a poco tendrás que ir
incorporando rutinas que le permitan identificar la diferencia. El dormir de manera adecuada deberá convertirse en una de los hábitos más importantes en su desarrollo. Es momento tener constancia y paciencia.

¿Ya tienes el lugar ideal para su descanso? Seguro te ha pasado que cuando la ropa de cama no es la adecuada, te cuesta más trabajo dormir e incluso descansar. Esto aumenta en tiempo de calor por eso es muy importante que las sabanas que utilices para la cuna de tu bebé sean de una tela fresca y suave (preferentemente algodón), además de evitar que en su cuna tenga almohadas, peluches, juguetes y/o cobijas innecesarias, de igual manera, el colchón debe de ser firme y a la medida exacta de la cuna para que no queden espacios. También, se recomienda que su habitación esté en orden y ventilada, ya que los lugares con estas características favorecen a un estado de ánimo agradable y relajado. No olvides moderar la intensidad de la luz o de ser posible acostúmbralo a que no la utilice mientras duerme. ¡Listo!

Ahora ya tienes el lugar perfecto para que descanse correctamente. Recuerda que es muy importante ser constante día a día con esta rutina ya que posiblemente habrá momentos de estrés. Sin importar las situaciones externas, intenta mantener el ritmo y siempre realízalo a la misma hora, de preferencia antes de las 8 PM.

¡Al agua pato! Un buen baño, sin importar la edad, siempre relaja y fomenta el descanso, por eso es muy bueno que en las noches antes de dormir a tu bebé le des una ducha con agua tibia, inclusive le puedes agregar un poco de lechuga en la bañera ya que ésta ayuda a relajar y dormir toda la noche. Lo ideal es que después de este baño le des un masajito mientras le pones sus cremas y/o aceite de bebé, esto le ayudará más a estar relajado. Poco a poco comprenderá que después del baño es hora de dormir.

La pijama juega un papel muy importante para un mejor descanso. Especialistas en pediatría recomiendan utilizar aquellas hechas de algodón ya que este tipo de tejidos permite la transpiración, además de ser cómodas, que permitan el movimiento al bebé y sean fáciles de poner y quitar.

¡Hora de la cena! Tú y tu bebe ya están casi listos para dormir. Después de la pijama es hora de su último biberón del día, aunque habrá unos cuantos bebés que aún despierten por la noche. Una vez que se lo termine, es posible que ya esté dormido, así que hazlo repetir y recuéstalo boca arriba, en caso de que tu bebé padezca reflujo ponlo de lado en su cuna. Cuando lo tapes no lo envuelvas, coloca la brazada o sábana encima del él y pásala por debajo de sus axilas; en caso de que se descubra por las noches existe la opción de una bolsa de dormir especial o pijamas de frazada.

¿Tu bebé no se durmió? Lo que puedes hacer es arrullarlo en tus brazos hasta que concilie el sueño, una vez que se duerma, procede a recostarlo cuidadosamente. Otra opción es recostarlo y ponerle alguna canción de cuna o simplemente acostarlo sin hacer ruido y dejar que duerma solo. Es tu decisión qué opción de estas tomar, solo ten presente que se hará hábito y diario tendrás que hacerlo.
Si despierta durante la noche enséñalo a que solito se vuelva a dormir, ¡claro!, siempre vigilando que esté bien y no necesite de algún cuidado. Por comodidad, muchas mamás prefieren recostarlos en la cama junto a ellos, pero corres el riesgo de que se vuelva un hábito y cuando quieren que el bebé vaya a la cuna será un reto mayor. Claro que tu hijo podrá pasar alguna noche con ustedes como parte de un mimo, pero procura hacerlo una vez que se haya acostumbrado a hacerlo solo.

Compartir