El hipo es un trastorno muy común en los bebés provocado por la contracción repentina del diafragma que empuja el aire en los pulmones, causando el cierre de las cuerdas vocales y produciendo un ruido característico.
Aunque no existe un razón específica para que aparezca el hipo, algunos pediatras mencionan que puede ser ocasionado por una indigestión o por tener el estómago demasiado lleno, sobre todo en los primeros meses de vida ya que el “cardias” la válvula que comunica el estómago con el esófago aún no se ha desarrollado por completo y no cierra perfectamente. El hipo también aparece después de una crisis de llanto o cuando el bebé come demasiado rápido ya que succiona aire provocando este padecimiento, incluso los cambios bruscos de temperatura.
Adíos Hipo en 3…2…1:
1.- Darle de tomar un cucharadita de agua.
2.- Acariciar cuidadosamente su nariz para causar un estornudo, ya que este relajará el diafragma y facilitará la desaparición del trastorno.
3.- Si al alimentar a tu bebé aparece el hipo, tómalo en tus brazos y da pequeñas palmaditas en su espalda para sacarle todo el aire que succionó.
Para evitar que tu bebé tenga hipo, aliméntalo cuando esté tranquilo y antes de que tenga demasiada hambre, de tal manera que coma calmado sin succionar demasiado aire, así como abrigarlo cuando sea necesario y cambiarle el pañal cuando esté húmedo ya que esto baja la temperatura de tu bebé provocando hipo.
El hipo es un fenómeno totalmente natural que no conlleva ningún riesgo para el bebé. En caso de que permanezca por más de tres horas o le cause molestia ya sea que llore, esté inquieto o tenga fiebre es importante acudir al pediatra para que se le brinde la atención que necesita. Continúa en nuestro blog para conocer más acerca del cuidado de los bebés.